jueves, 4 de noviembre de 2010

Grupos Indígenas de Sonora




GRUPOS INDÍGENAS DE SONORA

Considerados desde tiempos prehispánicos como los hombres más altos y fuertes de México. De las nueve tribus en las que se dividían, todavía permanecen unidas ocho de ellas, en su mayoría autóctonas y otra con una estancia mayor de 100 años en el Estado.
Los indígenas sonorenses nos recuerdan que hay mucho que aprender de nuestros antepasados, de quienes fueron los primeros pobladores del Estado y que ahora nos heredan ésta tierra que ha luchado desde siempre por mantener sus creencias, ideología y tradiciones. Algunos de los grupos que se encuentran en Sonora son los siguientes.
Para más información sobre los grupos indígenas de Sonora puedes consultar el siguiente link http://www.sonoraturismo.gob.mx/conoce-sonora/etnias-de-sonora/

Yaquis
Para los integrantes del grupo de los Yaquis es de suma importancia preservar su lengua, sus tradiciones y su arraigo a la tierra. La historia de los yaquis está cubierta con actos de heroica resistencia por la defensa de su territorio y su cultura.
Estos grupos se identifican a sí mismos y a los mayos como yoremes, palabra que significa hombre o persona. La noción de yoris, hombres blancos, los distingue, a su vez, de los demás grupos indígenas.
Forman parte del dialecto cahita que se compone de tres lenguas: mayo, yaqui y tehueco, éste último desaparecido. El grupo yaqui ocupaba, tradicionalmente, una larga franja costera y de valle al sureste del actual estado de Sonora, que abarcaba desde la ribera sur del río Yaqui hasta el cerro Tetakawi, al norte de la actual ciudad de Guaymas. El conjunto del territorio comprende tres zonas diferenciadas: el área serrana del Bacatete; una zona costera, que abarca los poblados vecinos de Guásimas y Bahía de Lobos; y el valle, en donde se localizan las tierras irrigadas.
La principal actividad artesanal es la manufactura de la parafernalia ceremonial, sin fines comerciales. Los danzantes hacen máscaras talladas en madera, collares de conchas y piedras marinas y cinturones con pezuñas de venado. Los músicos fabrican sus tambores y flautas. Algunas familias manufacturan petates, canastas y coronas de carrizo; platos y tazas de barro que utilizan para las fiestas y después destruyen. También confeccionan faldillas, blusas, manteles, servilletas y mantos. El único producto artesanal que se comercializa son las muñecas de trapo, que hacen las mujeres.
Los yaquis poseen un alto sentido de religiosidad que está presente en gran parte de sus actividades. Con una cultura ancestral enriquecida con ritos y tradiciones en las que sobresale la Danza del Venado, ejecución simbólica de la caza de este animal y cuya riqueza estética ha despertado interés en todo el mundo.

Dentro de este grupo encontramos la famosa danza del venado la cual podrás observar en el siguiente video http://www.youtube.com/watch?v=_CK0aLVUqx0&feature=related

Mayos
También conocidos con el grupo Yoreme, los Mayos provienen de los antiguos pobladores de la cultura de Huatabampo, perteneciente a una de las tradiciones culturales de Sonora.
Es el grupo más numeroso del Estado, con una población aproximada de 75,000 habitantes. Mantienen viva la lengua.
Yoreme significa “el que respeta la tradición” contrapuesto al yori “el que no la respeta”. Según una antigua leyenda de su tradición oral, la palabra mayo significa “la gente de la rivera”; actualmente habitan los municipios de Álamos, Quiriego, Navojoa, Etchojoa y Huatabampo.
La historia narra que los mayos fueron receptores dócilmente de las enseñanzas evangelizadoras españolas, adquiriendo al mismo tiempo conocimientos respecto de la agricultura y la crianza de animales domésticos. Con esta aceptación los pobladores de la antigua zona mayo fueron rápidamente asimilados a las costumbres de la época, con una paulatina pérdida de su organización social tradicional.
Su vivienda actual la construyen con adobe, block y/o ladrillo, ya que estos materiales son más resistentes a las torrenciales lluvias y ciclones que se presentan regularmente en la región y consiste en dos o más habitaciones dormitorio, un cobertizo de carrizo y una cocina con estufa a base de leña al lado de éste. En casi todas las casas mayo es constante ver una cruz hecha del corazón del árbol de palo fierro, la cual se coloca en el patio o al frente de la casa para protegerla de cualquier mal.
Esta cultura tiene para ofrecer al turista grandes atractivos culturales, naturales, históricos y tradiciones indígenas (yoremes), debido a su ubicación dentro del Mar de Cortés y las Barrancas del Cobre y El Fuerte.
El trabajo artesanal no es una actividad fundamental en la economía mayo. Se producen cobijas, fajas de lana teñida tejidas en telar de cintura, ollas para agua, petates de carrizo o jipetas, canastas diversas, arpas y violines.
En sus ritos, cantos y danzas, el papel de la naturaleza es el del proveedor de su mundo, esto se expresa en el carácter que desempeñan sus danzantes como el venado y el pascola. Entres sus mitos de origen se encuentra aquel que relata como “Dios creó el oro para los yoris y los objetos de trabajo para los yoremes”.
En la época actual los mayos se distinguen de los mestizos en las comunidades, por el uso de la lengua materna y la celebración de sus fiestas religiosas, ya que el vestuario tradicional se ha perdido.

Cucapá
Este pequeño grupo de los Cucapá habita en el municipio de San Luís Río Colorado, en la frontera con los Estados Unidos; el grupo indígena es binacional con una población de poco más de 171, de los cuales sólo 47 hablan su lengua.
Se puede considerar que la antigua auto denominación del grupo era kuapak, que se traduce como “que viene” o “que llega”, pues debido a la constante variación del curso del Río Colorado, las familias poseían dos o más casas, ya que practicaban la agricultura en terrenos cercanos o desalojados por el río.
Los hombres usaban tocados con plumas y collares de hueso en los tiempos prehispánicos, así como pendientes en orejas y nariz, así como coloridos cinturones de los que pendían manojos de plumas en la parte trasera; las mujeres vestían faldas de plumas pintadas; además, ambos usaban pinturas faciales y corporales, así como pectorales (amplios collares protectores de pecho, hombros y espalda), elaborados con un tejido de chaquira, misma que hacían con madera, hueso y barro, y con ella los accesorios personales que tenían fines cotidianos y rituales.
La artesanía de los cucapá consiste en ollas de barro, así como la elaborada con chaquira que poco a poco han dejado de producir. Las razones que dan para este paulatino abandono son variadas, algunos manifiestan que no tienen un mercado donde poder ofrecerla, otros dicen que sólo la elaboran con fines rituales o manifiestan desinterés en proseguir con esta costumbre argumentando que es más fácil comprar lo necesario en las tiendas.

1 comentario:

  1. Bien, está quedando muy bonito su Blog. Se nota el trabajo invertido, sigan adelante con las entradas para la proxima semana. Saludos!

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